Estrategias para recordar lo que lees
Leer es un placer, pero a veces puede ser frustrante cuando terminamos un libro y no recordamos bien sus detalles. Si alguna vez te ha pasado esto, tranquilo: hay técnicas y consejos sencillos para que recuerdes mejor lo que lees. Aquí te comparto algunas estrategias prácticas.
Entiende antes de memorizar
Uno de los errores comunes es intentar memorizar directamente lo que lees sin antes comprenderlo. La comprensión es la base de la memoria. Tómate unos segundos al final de cada párrafo o capítulo para reflexionar sobre lo leído y darle sentido. Esta pausa activa tu cerebro y ayuda a que la información se asiente mejor.
Practica la lectura activa
La lectura activa implica involucrarse con el texto. Puedes subrayar, hacer notas al margen o incluso escribir pequeños resúmenes de cada capítulo. Esto no solo mejora la comprensión, sino que también aumenta la retención, ya que estás interactuando con el contenido de manera física y mental.
Relaciona el contenido con experiencias personales
Cuando asocias lo que lees con experiencias o conocimientos previos, es mucho más fácil que esa información permanezca en tu memoria. Por ejemplo, si lees sobre un tema histórico, piensa en cómo eso impacta en el presente o compáralo con alguna situación que hayas vivido. Esta relación personal fortalece el recuerdo.
Haz preguntas y predicciones
Antes de empezar un capítulo, plantéate algunas preguntas sobre el contenido o haz hipótesis sobre lo que crees que sucederá. Cuestionar y anticipar activa la curiosidad y el interés, lo que mantiene tu mente alerta y facilita la retención.
¿Con qué tipo de lectura sueles practicar estas estrategias?
¿Prefieres aplicarlas a novelas, ensayos, o te resultan más útiles en textos de no ficción? Y, además, ¿tienes alguna técnica personal que funcione especialmente bien para recordar lo que lees? ¡Déjalo en los comentarios y comparte tu experiencia con otros lectores!
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